
Nakamichi equipos de alta fidelidad
Tokyo
Japón
Nakamichi es un fabricante japonés de productos electrónicos de consumo, pionero en el desarrollo de magnetófonos de casete de alta calidad.
La compañía fue fundada en 1948 por Etsuro Nakamichi en Tokio, con el nombre de Nakamichi Research. Inicialmente se centró en el electromagnetismo, la tecnología de la grabación magnética, la acústica y las comunicaciones. En sus primeros años, la empresa realizó trabajos de investigación bajo contrato para el gobierno, las universidades y la industria. Los magnetófonos de bobina abierta desarrollados por Nakamichi eran vendidos por otras grandes marcas, hasta que con el desarrollo del casete, la compañía inició la fabricación de magnetófonos de alta calidad, en ocasiones todavía para otras grandes empresas, vendiendo bajo su propia marca a partir de 1972.
En 1973, Nakamichi se convirtió en uno de los primeros fabricantes en introducir grabadoras con tres cabezales separados, la Nakamichi 1000 y la Nakamichi 700. Esto hizo posible la gestión directa del magnetófono, permitiendo escuchar o comprobar la señal de música grabada mientras la grabación estaba en curso. Además, el diseño hacía posible mejorar la calidad del sonido, porque los cabezales de grabación y los de reproducción requieren diferentes espacios de aire con respecto a la cinta. En los Estados Unidos, estas dos grabadoras recibieron la denominación Tri-Tracer para llamar la atención sobre la nueva tecnología.
En la década de 1980, el dispositivo más famoso de Nakamichi era la pletina de casete "Dragon", que utilizaba tres cabezales con un ajuste de acimut automático del cabezal de reproducción. Esto significaba que las grabaciones con un error de acimut, por ejemplo, procedentes de dispositivos de terceros, se podían reproducir con una alta calidad. Esta técnica fue desarrollada originalmente por Marantz, pero a diferencia de su sistema piezoeléctrico, Nakamichi usó servomotores eléctricos convencionales.
Otra especialidad exclusiva en Nakamichi fueron las llamadas pletinas de casete UDAR (Uni Direccional Auto Reverse) de la serie RX. A diferencia de los dispositivos autorreversibles convencionales, el cabezal no se giraba al final de la cinta con presionar un botón, de forma que la dirección de la cinta se invertía al mismo tiempo, sino que se giraba el casete completo mediante un mecanismo especial, que lo situaba en una carcasa de plástico transparente donde lo cambiaba de cara y lo volvía a colocar en la posición de lectura con enorme rapidez, invirtiendo en el proceso un tiempo equivalente al cambio de dirección de la correa de transmisión en los dispositivos convencionales. Esta tecnología presentaba dos ventajas: por un lado, se reducía la distorsión de sincronización en los primeros segundos de lectura, y por otro lado, el cabezal de sonido estaba montado en una posición fija permanente, lo que beneficiaba la precisión del azimut.